Poder tocar el cielo con la punta de los dedos y no tener miedo por ello. Sentir que soy la persona más feliz y por ello sonreír. Saber que nada me puede hacer daño. Que soy inmune a ello. Que solo se reír y llorar de alegría. Me gusta hacer largas listas con las cosas que más me gustan: el olor de las calles cuando llueve, el arco iris, el olor a gasolina…Y también largas listas con las cosas que no me gustan para nada: las agujas, las arañas, el marron …Para poder reírme de ellas, porque siempre son cosas estúpidas. Me gusta empeñar los cristales y poner tu nombre rodeado con un corazón a aunque poco a poco desaparezca. Me gusta el invierno porque todo se vuelve blanco y la gente es más amable, pero odio el frió que viene con él. Me gusta el verano porque hace calor y puedes tumbarte en la hierba y contemplar las nubes, pero odio que se acabe. Me gusta observar a las personas cuando no están rodeadas de gente porque son ellas mismas en verdad. Me gusta mirar al cielo por las noches y contar las estrellas aunque siempre me pierda. Me gusta mirar por la ventana y ver la luna llena, porque me imagino que en algún lugar alguien se habrá convertido en un hombre lobo como en las historias. Me gusta pensar que en otros planetas hay vida y que algún día vendrán a pedir ayuda. Me gusta disfrazarme de princesa como hacía de pequeña e imaginar que estoy en la edad media donde había castillos, dragones y caballeros andantes. Me gusta que me regalen flores, objetos sin significado pero para mi tienen un valor sentimental. Me gusta el poder equivocarme para no volver hacerlo y aprender de los errores. Me gusta recorrer largos caminos descalza, me enseña cosas que en los libro nunca aparecen.