Páginas

miércoles, 20 de junio de 2012


¿Sabes? Hace un par de semanas en la esquina izquierda de mi sentido común, al lado de mi subconsciente sentía una especie de picor. Como si algo quisiera que le prestara atención. Una noche le pregunté a la almohada. Esta decía que era culpa de la Luna por recordarme a ti. Así que traté de escalar con la ayuda de las cortinas a la red donde una vez encarcelaron a las estrellas. Resbalé por el camino. Me agarré a las nubes donde me quedé atrapada. El amanecer llegó y me dejé caer. No había modo de encontrar a la Luna con el Sol alumbrando la bóveda.
Y así pasaron las noches, sin poder alcanzar la Luna hasta la noche en que vino a mis sueños y me preguntó:

«¿Qué te pasa pequeña?
¿Por qué me lloras?»

Entonces desvanece. Y vuelvo a caer en sueños. Eres tú. Esos ojos de la Luna no son. Esa piel tan oscura de la Luna no es. Esa nariz enorme la Luna no la tiene.

«Porque no vuelves…»

martes, 19 de junio de 2012


Mi lista de placeres ha crecido considerablemente en los últimos meses. Hace ya más de dos años que me había decidido a enumerar todas las cosas que me hacen emitir una sonrisa. Al principio no había más de veinte cosas apuntadas en ella pero cuando quise darme cuenta a la libreta dorada sólo le quedaban un par de hojas en blanco.
Todas las noches antes de acostarme paso una media hora delante del cuaderno haciendo balance de los placeres que he experimentado en el día, si el placer ya lo he sentido antes añado un palito al lado de este, si por el contrario el pacer era nuevo lo añadía a la lista.
A cada placer le asigno un grado del 1 al 10 según lo intenso que es. Los placeres con el grado 10 son aquellos que me alegran, que me hacen sentir bien, los pequeños placeres de la vida como comer un helado de chocolate en una tarde de verano, o sentir el frescor de la almohada al darle la vuelta. A partir del grado 7 los placeres van siendo más fuertes, un grado 6 consiguen ponerme el bello de punta de la emoción, la sensación de adrenalina provocada en una montaña rusa o dar vueltas debajo de una tormenta está dentro de esta categoría.
Los placeres por debajo del grado 5 ya son grandes placeres. Los desayunos en la orilla de la playa, las acampadas en el campo, las películas de miedo en las tardes de invierno, las noches de barbacoa, los viajes en barco y todo ello con buena compañía.
Los placeres del grado 3 y 2 son lo que se recuerdan, los que hacen el día especial, lo que te provocan ganas de gritar, saltar y expresar alegría, también son los menos frecuentes y por consiguiente los que menos palitos tienen en mi lista; el momento en el que te das cuenta de que puedes contar con ciertas personas para siempre, volver a ver a la gente que más te importa después de mucho tiempo, aquellos abrazos que se necesitas más que el propio aire, desahogarse, llorar y ser consolado por quien mejor te pueda consolar en ese momento, las locuras más dulces, la familia, el amor, la amistad. Se puede decir que todos estos entran en la jerarquía 3 y 2.
Y por último están los placeres del grado 1, estos son tan intensos que nunca se llega a saber si se han experimentado. Son la propia felicidad, los indescriptibles, aquellos que según yo son tan difíciles de conseguir como llegar a ser una hélice. De momento solo hay dos en mi lista, y uno de ellos está entre paréntesis.

miércoles, 6 de junio de 2012

La anotomía de tu espalda.

Me estaba preguntando qué estaba haciendo él mientras yo pasaba los dedos entre mi pelo empapado de agua y champú con olor a frutas.Los azulejos azules del baño no conseguían reflejar mi rostro, pero el espejo cruel y despiadado me retrató con gusto los hoyuelos marcados en una sonrisa que acababa de fingir, una sonrisa fingida como mi perfecta vida.
¿Dónde estaría él mientras terminaba de lavarme el pelo con agua helada? 
Intento secarme pero de todos modos el calor es húmedo, la ropa queda pegada a mi piel y pienso que luego tendré que despellejármela. Entre tanto mi pelo sigue mojado y voy directa a la puerta sin consultarlo con mi madre siquiera. No sabe que quiero verlo, que voy a ir a nuestra plaza con la esperanza de que esté ahí como todas las tardes. Mis amigas me han estado llamando pero, yo solo me dirijo al lugar de siempre sin cogerlo, no tienen por qué saberlo. 
Hablando de saber, sé perfectamente que no estás...


lunes, 4 de junio de 2012

¡QUÉ BIEN! El crema.


Y que bien sienta despertar en medio del anochecer. Yo también te busqué en el fondo de mi vaso y no te encontré, ya me ves, escribiendo borracha de sueño, cantando, soñando despierta. Te busqué, involuntariamente paré y por lo bien que lo pasamos brindé.
Las discusiones no son cosa aparte, tuvimos parte de culpa los dos, tú decidiste poner de tu parte y no partiste de escuchar mi versión y no era un no, pero esa noche no mando la razón y no escuchaste mis palabras y ahora las buscas entre mi canción… y si lo hice nunca quise dañarte solo llevarte a otra dimensión. Tú pretendías sacar ya la foto, yo pretendía un cuadro a creyón, es tu culpa por querer darme tanto  o mía por pensar que tengo razón.
Hablemos claro, ¿cómo coño va a ser solo conocerte mi puta intención? Cierra la puerta al salir, no vaya a ser que salga detrás de ti… Palabras inversamente proporcionales a todo lo que nos quisimos decir pero así fue, y así es como lo contaremos a partir de aquí, si quieres la mala soy yo, no es la primera vez que ocurre así.
Chico, disculpa si llegué tarde, soy despistada, quizás por eso lo nuestro lo tengo descuidado y aunque sabes que me encanta despertar a tu lado, te miento si sonrío pues lo nuestro a caducado, ya no estoy para tus malos chistes, te entregué mi corazón y me lo rompiste, dime cómo lo hiciste, si te di mi confianza y la vendiste y como un perro tirado en la cara me escupiste y ya no te creo cuando me dices te quiero, ya no me erizas la piel  con tus besos, ya no me estreso, ya no te pienso, por eso ya no te espero, pero  mientras me fumo el tercero  miro a la gente con esta cara de idiota y aunque no sepa muy bien si se equivoca esta loca se va con otro loco y si te canto es porque llevo un par de copas…
¡BLOG DEL CREMA!