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sábado, 29 de enero de 2011

nunca más.

















Hace tiempo buscaba lo adecuado, ya lo tenía todo pero solo me faltaba donde guardarlo.
Al encontrarlo, metí todo eso que tenía. Con muchas ganas, antes que nada, metí todas las frases. Las frases que habia hecho en ratos libres. Frases que intentaban explicar mis sentimientos. Pero, aunque lo hacía lo mejor que podía no conseguia describirlo del todo. También metí las cartas que habia hecho día a día. Diciendo como mis sentimientos iban creciendo.

Envolví el primer regalo. Un marco digital donde ya había guardado nuestra historia en imágenes. Besos. Abrazos. Miradas. Palabras. Caricias. Ilusiones. Cariño. Alegría. Tristeza. Felicidad. Vida. Amor. Simplemente él y yo. También guardé en él cada canción que escuchamos juntos. Canciones que me cantaba al oído. Canciones que marcaban cada uno de nuestros momentos. Canciones que cuando estaba con él, les encontraba la magia. Sonaban de otra forma. Canciones que cuando las escuchaba a solas conmigo me hacían revivir cada experiencia vivida. Seguidamente, envolví los altavoces para que pudiera escuchar mis sentimientos bien alto. Para que cuando escuchara esas canciones sintiera lo mismo que sentía yo.

En ese justo momento recordé que un día, en mi portal sacó un Kinder Bueno y compartimos cada barrita de este. Así que bajé al supermercado y compre uno. Lo metí dentro, bien escondido entre todos los papeles. También recordé cuando nos intercambiamos nuestros relojes. Cuando nos lo habiamos devuelto de nuevo y le eché la bronca porque le habia gastado la pila aun sabiendo que habia sido yo misma que se la había quitado el primer día que nuestros labios se besaron. En la hora punta: ''19:23''. Yo, de nuevo, le había quitado el suyo y quería que él tuviera el mio.

Muy convencida cerré la caja que había conseguido con todo esto dentro. Caja que hacía el papel de mi corazón. Por fuera, puse un gran lazo rojo. Quería adornarla para que se hiciera una idea de como al llegar a mi vida había recompuesto mi corazón. Todo me parecía poco...

La caja la guardé muy bien. Esperaba el día para entregarsela... pero resultó que ese día no llegó. Sin darme cuenta se me escapó de las manos. Se quiso ir de mi vida y yo no podía hacer nada para evitarlo. Sentí como cada frase ya no tenía valor. Como cada foto metida en el marco digital ya no decían nada. Como se había robado la magia de las canciones. Como los altavoces se silenciaban. Como el Kinder Bueno se derritió y se quedó en nada. Tal y como él habia hecho con mi amor. Sentí como el reloj ya no marcaba la hora punta si no que marcaba una hora. Una hora sin sentido.
Abrí esa caja, saqué cada regalo que demostraba mi amor, notaba como los papeles saltaban intentando salir de esa caja llena de amor. Metí de nuevo los papeles que se escaparon y cerré la caja. La cerré para siempre.

2 comentarios:

  1. *________*
    que triste ese final, puff, te sigo sin dudarlo bonita, me encanta tu blog! esta GENIAL-
    un besaazo ^^

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  2. También te sigo guapa.
    Muchas gracias(L)

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